Los antibióticos han sido uno de los mayores avances de la medicina moderna, salvando millones de vidas desde su descubrimiento. Sin embargo, su uso incorrecto o excesivo puede dar lugar a un problema grave: la resistencia bacteriana. En este post, te explicamos qué significa hacer un uso responsable de los antibióticos y cómo puedes ayudar a preservar su eficacia.

1. ¿Qué son los antibióticos y cuándo son necesarios?

Los antibióticos son medicamentos diseñados para combatir infecciones bacterianas. Actúan eliminando las bacterias o impidiendo que se reproduzcan. Es importante tener en cuenta que los antibióticos no son efectivos contra los virus, por lo que no sirven para tratar resfriados, gripes u otras infecciones virales.

El mal uso, como tomarlos para tratar enfermedades que no los requieren, puede contribuir a que las bacterias desarrollen resistencia, es decir, se vuelvan inmunes a su efecto.

2. ¿Qué es la resistencia a los antibióticos y por qué es peligrosa?

La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias evolucionan para resistir el efecto de estos medicamentos. Esto puede suceder debido a:

  • Uso indebido de los antibióticos, como tomarlos sin receta médica.
  • Abandono del tratamiento antes de completar la dosis prescrita.
  • Automedicación, utilizando restos de tratamientos anteriores.

La resistencia bacteriana pone en riesgo la eficacia de los antibióticos, dificultando el tratamiento de infecciones comunes y aumentando el riesgo de complicaciones graves, hospitalizaciones prolongadas o incluso muerte.

3. Cómo usar los antibióticos de manera responsable

Para evitar el desarrollo de resistencia, es fundamental seguir estas pautas:

  • Solo tomar antibióticos si los prescribe un médico. Nunca los uses para tratar infecciones virales o síntomas leves sin consultar a un profesional. No los tomes para el resfriado o la gripe, además de no ser efectivos, pueden empeorar el cuadro clínico por una bajada de defensas producida por la acción del antibiótico sobre la propia microbiota.
  • Completa el tratamiento. Aunque te sientas mejor antes de terminarlo, es crucial tomar la dosis completa para garantizar que todas las bacterias sean eliminadas.
  • No guardes restos de antibióticos. Si te sobran pastillas, consulta en tu farmacia cómo deshacerte de ellas adecuadamente.
  • No compartas antibióticos. Lo que funcionó para una persona puede no ser adecuado para otra.
  • Compra los antibióticos siempre con receta médica.

Todos podemos contribuir a frenar la resistencia a los antibióticos. Además de usarlos responsablemente, hay otros hábitos que ayudan a prevenir infecciones y reducir la necesidad de tratamientos antibióticos:

  • Lava tus manos frecuentemente con agua y jabón para evitar la propagación de bacterias.
  • Vacúnate según las recomendaciones médicas, ya que las vacunas ayudan a prevenir enfermedades bacterianas.
  • Cuida tu salud general manteniendo una dieta equilibrada, haciendo ejercicio y durmiendo lo suficiente.

Los antibióticos son un recurso valioso que debemos proteger. El uso responsable no solo beneficia a nuestra salud individual, sino que también ayuda a preservar su eficacia para las generaciones futuras. 

Recuerda: solo un uso adecuado garantiza que los antibióticos sigan siendo una herramienta eficaz contra las infecciones bacterianas. Si tienes dudas sobre su uso, no dudes en consultarnos en la farmacia.